El verano pasado me fui de vacaciones a Barcelona y sabiendo que mi novia necesitaba unas gafas para la vista y, encontrando la ocasión de comprarle unas muy bonitas y baratas, entré en una óptica. Tras ver unas cuantas me decidí y le compré unas. La dependienta me las envolvió y luego pagué la cuenta, pero al marcharme, en lugar de coger la caja con las gafas cogí otra muy parecida que había al lado y que contenía unas bragas que, seguramente, alguna clienta de las que había en la óptica se acababa de comprar. No me di cuenta de la equivocación; así que fui directamente a Correos y le envié la caja a mi novia, junto con una carta. Mi novia recibió el paquete y sé quedó extrañada del contenido, así que leyó la carta que decía:
Por qué me dejo mi novia?
Buscando he encontrado un texto muy divertido, es la história de un chico que se quedo sin novia, ¿Quieres saber porqué? pues aquí os dejo el texto:
Querida Irene:
Espero que te guste el regalo que te envío, sobre todo por la falta que te hacen, ya que llevas mucho tiempo con las otras que tenías y estas son cosas que se deben cambiar de vez en cuando. Espero también haber acertado en el modelo. La dependienta me dijo que era la última moda y me enseñó las suyas, que eran iguales. Entonces yo, para ver si eran ligeras, cogí y me las probé allí mismo. No sabes como se rió la dependienta, porque esos modelos femeninos en los hombres quedan muy graciosos, y más a mí, que sabes que tengo unos rasgos muy alargados. Una chica que había allí me las pidió, se quitó las suyas y se las puso para que yo viera el efecto que hacían. Las vi estupendas, me decidí y las compré. Pontéelas y enséñalas a tus padres, a tus hermanos y, en fin, a todo el mundo, a ver que dicen. Al principio te sentirás muy rara, acostumbrada a ir con las viejas, y más ahora que has estado un tiempo sin llevar ningunas. Si te están muy pequeñas me lo dices, que si no te van a dejar señal cuando te las quites para ir a la calle, y todo el mundo va a notar que las tienes. Ten cuidado también de que no te estén grandes, no sea que vayas andando y se te caigan. Llévalas con cuidado, y sobre todo, no te las dejes por ahí y las pierdas, que tienes la costumbre de llevarlas en la mano para que todos vean tus encantos. En fin, para que te voy a contar más; estoy deseando verlas puestas. Creo que éste es el mejor regalo que podía hacerte. Un beso.
En fin, si os ha gustado ya me contareis....
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