Necesidades

Nunca había entendido porqué las necesidades sexuales de los hombres y las mujeres son tan diferentes entre si. Nunca había entendido todas esas idioteces de que las mujeres son de Venus y los hombres de Marte. Y nunca había entendido porqué los hombres piensan con la cabeza y las mujeres con el corazón.

Y aquí empieza la historia:

Una noche, mi esposa y yo nos fuimos a la cama. Y bueno, empezamos a besarnos, a acariciarnos, inevitablemente la situación subió de tono. La cuestión era que yo iba como una moto y en ese momento, ella me dice:

"Ahora no tengo ganas mi amor, sólo quiero que me abraces".

Mi respuesta fue:

¿QUEEEEEEEE?

Entonces ella me dijo las palabras mágicas de toda mujer:

"No sabes conectarte con mis necesidades emocionales como mujer".

¡NO JJOODDAAAAAASSSSSSSSSS!

Total, al final el asunto era que esa noche no iba a haber tema asi que guarde los aceites afrodisíacos, apagué las velas, quité el CD de Alejandro Sanz, (en ese momento casi siempre funciona), y apagué la luz. A continuación me dí una buena ducha con agua helada a ver si podía calmar a la bestia y me puse a ver el Discovery Channel, a todo volumen.... para no dejar dormir a la hija de mi suegra. Después de un rato me quedé dormido.

Al día siguiente fuimos de compras al Corte Inglés, me fui a ver relojes mientras ella se probaba tres modelitos carísimos marca "Liverpool". Total como buena mujer no podía decidirse por uno u otro, le dije que se llevara los tres. Acto seguido me dijo que necesitaba unos zapatos que le hicieran juego! a 290,00 € el par, le contesté que me parecía bien que los comprara. Luego fuimos a la sección de ropa sport, de donde salimos con un chaqueton de plumas y una bolsa Luis Vuiton .

¡Estaba tan emocionada!

Yo creo que pensaba que me había vuelto loco, pero de todas maneras ella no paraba. Pienso que me estaba poniendo a prueba cuando me pidió una faldita muy corta para jugar tenis, si no sabe ni correr, mucho menos jugar tenis.

Cuando le dije: Cómprate todo lo que quieras, cariño casi entra en shock.

Ella estaba super excitada después de tanta compra; entonces dijo la palabra mágica de toda mujer:

"Ven cariño, mi vida, mi sol... (y otras chorradas que dicen las mujeres), vamos a la caja a pagar".

Fue aquí cuando, de repente faltando solo una persona para pagar le dije:

Mi amor, creo que ahora no tengo ganas de comprar todo esto. Deberian haberle visto la cara, se quedó pálida cuando le dije:

"Tan solo quiero que me abraces".

Empezó a poner cara de que se iba a desmayar, se le paralizó la parte izquierda del cuerpo, le dio un tic nervioso en el ojo derecho y le dije:

'No sabes conectarte con mis necesidades financieras como hombre'.

Fuente: Email