Miedo

Hace ya un tiempo recibí en mi correo el texto de un monólogo que apareció en televisión, me pareció gracioso y lo guardé. Hoy he decidido compartirlo con todos vosotros por si no lo conocéis.

.....Porque vamos a ver: tú estás por la noche en la cama y oyes un ruido extraño ¿y qué haces? ¡Te tapas con la sábana! ¡Muy bien! ¿Qué pasa, que la sabana es antibalas? ¿si viene un malo con un cuchillo no va a poder atravesarla, se le va a doblar la hoja? ¡Hombre, por favor!

¿Y cuándo nos da por mirar debajo de la cama? ¡Hombre, qué ya tenemos una edad! Además, suponiendo que haya un asesino debajo de la cama ¿qué ganas mirando? ¡Que te mate antes!
Muy bien, fantástico… ¿Se imaginan que un dia nos encontramos a alguien debajo de la cama? ¿Qué le diríamos?
– Buenas nocheeees… ¿Qué? Asesinando ¿no?
– A ver, hay que ganarse el pan…
– ¡Pero hombre de Dios! Salga de ahí que se va a quedar frío. Ande, suba, que va a coger asma con tanta pelusilla. Máteme en la cama, que estará más cómodo…

Otra reacción estúpida ante el miedo es mirar dentro del armario, que ya es el colmo…
Porque, vamos a ver ¿a alguien le cabe un señor dentro del armario? Pero si el día que planchas no sabes dónde meter toda la ropa, ¿cómo se va a meter un tío ahí dentro?

Otra situación: oyes un ruido raro en casa y te levantas, acojonao en calzoncillos, y preguntas:
– ¿Hay alguien?
¿Pero qué crees, que si hay alguien te va a contestar?
Lo mejor es cuando llegas a la conclusión de que si hay alguien sólo puede estar detrás de la puerta del cuarto de baño, porque lo demás ya lo has registrado y, ¿qué haces? Asomas la cabeza poco a poco, más que nada para que, si hay alguien, te dé a gusto… ¡Ay!

Otra. Vas en un coche y, de repente, el conductor empieza a correr como si fuera Carlos Sainz, pero sin Carlos y sin Sainz, y tú acojonado… ¿qué haces? Lo normal, protegerte: te agarras a la asita de plástico que hay encima de la puerta… Ya se puede estampar si quiere, que tú vas cogido a la asita… En esta situación, las madres lo que hacen es que se agarran al bolso y se lo ponen delante, como si fuera un airbag…

¿Y cuándo vas en bicicleta bajando una cuesta y aquello se embala? ¿Qué es lo que se te ocurre? Quitar los pies de los pedales. ¡Muy bien, muy inteligente! Cuando te descontrolas del todo, sueltas también las manos del manillar. Eso es… Pero ¿qué crees que va a pasar? Qué vas a salir volando como E.T.?

Cuando nos van a poner una inyección, qué hacemos? Poner el culo tan duro que la aguja rebota… Sabemos que duele más, ¡pero no podemos evitarlo!

Y es que el miedo nos incita a hacer una idiotez detrás de otra: tienes que bajar al garaje y no hay luz. Empiezas a pensar en fantasmas o en si habrá alguien escondido y, ¿qué haces? Cantar. ¡Miedo, tengo miedo, no lo sabes tú muy bieeeeeen! Eso es, da más datos. Lanza una bengala.

¿Y qué pasa si vas por la calle y de pronto ves a alguien y piensas que te va a atracar? Pues te cambias de acera. Seguro que si es un atracador, pensará:
– Mierda, otro que se me ha cruzado de acera, qué nochecita llevo!
Pero ¿por qué hacemos esto? ¿Qué pasa, que los atracadores sólo atracan en la acera de los pares?

¡Ay! El otro día iba en el ascensor con una mujer a la que no conocía de nada y de repente el ascensor hizo un extraño ¡¡brrrrramb!! ¿Y qué hizo la señora? ¡Agarrarse a mí! Es una reacción típica de las mujeres. Deben de pensar que los hombres no caemos cuando se descuelga un ascensor.

No hay que olvidar que unidas a nuestras reacciones estúpidas, están las que tiene el cuerpo por su propia cuenta. Una de ellas es temblar. Si, por ejemplo, hay un ladrón en casa y nos escondemos debajo de una manta, el hombre no tiene problemas para encontrarnos. Nos ponemos como un móvil en opción vibrador.

Otra reacción estúpida es la de quedarte paralizado. Si viene un coche hacía tí y está a punto de atropellarte, esto es todo lo que se le ocurre a tu cuerpo… ¡quedarse quieto!

Más reacciones que tiene el cuerpo por su cuenta… gritar. Claro que sí, muy lógico… Si estás friendo un huevo y se te prende la sartén ¿qué se te ocurre? Gritar. Te pones a gritar como un loco:
– ¡¡Qué se me queman los huevos!!
Y si viene otra persona, se une a tí con sus gritos:
– ¡¡Qué se te queman los huevos!
Pero, ¿qué pretendemos? ¿Apagar el fuego a gritos? ¡Hombre, por favor!

Y luego está lo de cagarse de miedo. ¿Habrá algo más estúpido y más inútil que cagarse de miedo? Bueno, sí, morirse de miedo…

5 han comentado:

Nuria Gonzalez dijo...

JAJAJAJA, Tú si me das miedo. No hay ni una de esas cositas que no haya hecho yo. Soy una estúpida jeje, pero soy terriblemente miedosa, menos a la muerte, así que morirme de miedo no me voy a morir.
Cuando estoy sola en casa ni te cuento, además de todas esas cosas que cuenta el momólogo, enciendo todas las luces de la casa. Cuando llega José me dice que no estoy casada con Endesa-Sevillana.Jajaja y la factura hay que pagarla.
Besitos y me he reido mucho de mi misma.

becas mec dijo...

La verdad q muchas cosas de esas son un poco de niños, pero yo sí que me pongo a gritar cuando se me quema la comida o algo así, es como q necesito q la gente se entere... lo de mirar en el armario... no tengo el armario tan grande jeje.

Saludos!

Ѕilυiα dijo...

Jajajajaja... ya había escuchado el monologo pero es que es tronchante... jajaja... lo de esconderse debajo de la sábana, mirar en el armario y lo de preguntar si hay alguien, ahora cada vez que lo hago me río yo sola acordándome de esto...jajaja...

call center dijo...

no tengo palabras me e reido como una loca y esque toda cada una de las cosas que has dicho son ciertas de echo una que otra la e echo y esque son tan estupidas que me dan demaciada risa ,gracias por estar aqui y hacernos reir un abraso para ti .

Jordi dijo...

Joer es pa mearse de risa jajajaja

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