Pepe y María están dando un paseo romántico por el parque central de la ciudad, junto al Arroyo de Los Cisnes.
Los deseos amorosos de Pepe aumentan conforme se internan entre los árboles.
Pepe está animándose, cuando María le interrumpe:
- Espero que no te moleste, pero tengo ganas de echar una meadita.
- Está bien, ¿porqué no vas detrás de esos arbustos?
Mientras Pepe espera, escucha el sonido de las medias deslizándose por las piernas de María, incapaz de contener un segundo más sus instintos, Pepe introduce su brazo a través de los arbustos y toca la pierna de María.
Suavemente sube la mano más y más, hasta que, horrorizado, agarra algo largo y grueso que cuelga entre las piernas de María.
- ¡¡María, por Dios!! ¿Cambiaste de sexo? - grita angustiado.
- ¡No! - contesta ella - Cambié de opinión, estoy cagando.
Los deseos amorosos de Pepe aumentan conforme se internan entre los árboles.
Pepe está animándose, cuando María le interrumpe:
- Espero que no te moleste, pero tengo ganas de echar una meadita.
- Está bien, ¿porqué no vas detrás de esos arbustos?
Mientras Pepe espera, escucha el sonido de las medias deslizándose por las piernas de María, incapaz de contener un segundo más sus instintos, Pepe introduce su brazo a través de los arbustos y toca la pierna de María.
Suavemente sube la mano más y más, hasta que, horrorizado, agarra algo largo y grueso que cuelga entre las piernas de María.
- ¡¡María, por Dios!! ¿Cambiaste de sexo? - grita angustiado.
- ¡No! - contesta ella - Cambié de opinión, estoy cagando.
4 han comentado:
!no se podia quedar quietecito pepe¡jejejej¡
Tenía que haberlo detectado por el olor jeje
Besitos guapo
embrujo, así somos de impacientes los hombres...
Nuria, quizas estaba resfriado
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